Mujeres, rurales y trabajadoras del cacao

Hola, amiga.

Hoy nos apetece escribirte en femenino.

No lo hacemos con la intención de discriminar al sector masculino que nos lee, nada más lejos. Lo hacemos porque consideramos el lenguaje como una herramienta más a nuestro alcance para visibilizar situaciones que nos preocupan.

El lenguaje es la herramienta básica y esencial de la comunicación entre personas. Lo usamos todas, todos los días. Con las posibilidades que nos ofrece Internet, ahora nuestras palabras pueden ser leídas por miles de personas cada día.

¿Cómo no vamos a aprovechar su enorme potencial y alcance para compartir nuestras ideas para un mundo mejor? En Chocolates Artesanos Isabel creemos en el lenguaje como medio para construir una sociedad más justa e igualitaria.

Acabamos de conmemorar el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. Somos muy conscientes de que todavía queda mucho por hacer para lograr una igualdad real de derechos y oportunidades para nosotras, que constituimos la mitad de la población mundial.

Con el objetivo de reivindicar nuestro derecho a ser tratadas en igualdad, hoy nos dirigimos a ti en femenino. A ti, mujer, que constatas día a día en tus situaciones más cotidianas la brecha que todavía te separa de la necesaria igualdad.

Nosotras lo sabemos muy bien. Lo vivimos cada día. Como mujeres, como habitantes del medio rural y como trabajadoras del cacao, confluyen en nuestra circunstancia varias condiciones que nos sitúan en una impactante posición de desigualdad con respecto al sector masculino.

Lo decimos porque así lo vivimos. Y lo apoyan los (alarmantes) datos:

La mujer en nuestros días

  • Casi el 50% de la población mundial somos mujeres, y nosotras realizamos el 80% del trabajo no remunerado
  • El tráfico de mujeres aumenta cada año
  • 1 de cada 3 de nosotras sufrirá algún tipo de violencia a lo largo de su vida
  • 2 millones de niñas sufren cada año la mutilación genital femenina
  • Más de 10 millones de mujeres han sido forzadas a casarse siendo todavía niñas
  • El 70% de las personas que viven en la pobreza son mujeres
  • El 80% de las personas desnutridas son mujeres
  • El dinero en propiedad pertenece en un 90% a los hombres. A las mujeres, el 10% restante.
  • ⅔ de las personas analfabetas en el mundo son mujeres
  • Seguimos estando subrepresentadas en gobiernos y administración pública y en los puestos directivos de la empresa privada
  • La brecha salarial sigue presente

mujeres

 

La mujer trabajadora del cacao

En el sector que a nosotras nos toca más de cerca, el de la alimentación y en concreto el del cacao, las cifras vuelven a envolvernos de impotencia:

En África subsahariana y el Caribe, hasta un 80% de los alimentos básicos son producidos por las mujeres; un 60% en el caso de Asia meridional y sudoriental […]

Estas mujeres reciben un salario inferior al de sus compañeros hombres, «si es que reciben alguno», no suelen ser propietarias de la tierra que trabajan toda su vida, las que sufren acoso y discriminación no tienen manera de quejarse o combatirlo, no tienen las mismas oportunidades de acceder a información agrícola y financiera y apenas consiguen obtener crédito o préstamos, independientemente de lo mucho que trabajen.

Fuente: Público

Nuestro caso: mujeres, rurales y trabajadoras del cacao

En el caso concreto de Chocolates Artesanos Isabel confluyen estas 3 circunstancias nada favorecedoras:

  • Somos todas mujeres en un sector (el de la  pastelería y la chocolatería) muy masculinizado
  • Trabajamos en el sector del cacao
  • Vivimos en el medio rural (nuestro obrador se encuentra en Alcorisa, Teruel).

El paro femenino en la provincia de Teruel es de un 30%, llegando en algunas zonas hasta casi el 50%.

Qué podemos hacer

Ante semejantes cifras y porcentajes no podemos añadir mucho más. Las palabras tristeza, injusticia, desigualdad, discriminación, sufrimiento… se suceden como flashes en nuestra cabeza a medida que constatamos que esto (sí, esto) es el mundo real.

No es un guión de cine, no es una novela de ficción. Es la realidad más cruda y cotidiana en miles de países, de ciudades, de pueblos, de campos, de oficinas y de hogares.

Con todo este panorama como contexto de nuestro trabajo, que comprobamos día a día (y no solo cada 8 de marzo), surge la inevitable pregunta: ¿Qué más podemos hacer para avanzar hacia la justicia y la igualdad?

Tras varios años de experiencia, éstas son nuestras aportaciones:

  • El 8 de marzo no se celebra ni se felicita: se conmemora. El 8 de marzo visibilizamos nuestra situación, damos voz a las miles de mujeres que no pueden ser escuchadas ni tenidas en cuenta y exigimos a los Estados que cumplan con sus compromisos internacionales de Derechos Humanos de las mujeres.
  • Trabajamos con la etiqueta FairTrade (Comercio Justo), que garantiza que se cumplen los derechos laborales de las trabajadoras del cacao en los países productores.
  • Trabajamos con mujeres del medio rural y apoyamos sus negocios, sus proyectos, sus iniciativas.

¿Sabes? Tú también formas parte activa de este cambio.

Apoyando a negocios como el nuestro estás apostando por unos valores y contribuyendo a ese mundo mejor que todas deseamos. Por ello, gracias.

Estamos juntas en esto, compañera. Nos queda mucho por hacer.

AVISO: De ahora en adelante en Chocolates Artesanos Isabel utilizaremos el femenino genérico en algunos de nuestros posts, no con intención de discriminar al sector masculino sino con el objetivo de visibilizar el femenino y seguir contribuyendo, desde aquí y desde nuestras posibilidades, a la consolidación de un mundo más justo.

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Nuestro obrador permanecerá cerrado hasta el 27 de enero

Mientras tanto, les atenderemos en: info@chocolates.bio
Disculpen las molestias, muchas gracias.

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